Desde adolescente, Luis López descubrió su pasión por el audio. Originario de Villa María, Córdoba, su padre tenía amigos que trabajaban en el sector y Luis aprendió mucho con ellos.

“Estoy en el audio desde muy chico. Cuando era jovencito ya hacía peñas, allá por 1982, con unos equipos valvulares y cuatro micrófonos. Hacía peñas con dos cajas, en esa época no usábamos monitores”, comenta Luis.

Un año después, luego del fallecimiento de su padre, empezó a estudiar y en 1987 se recibió de Técnico Electrónico. “Empecé a trabajar en un taller de electrónica, arreglando parlantes, hacía potencias… Armaba mis propias potencias, con dos personas que me enseñaron muchísimo en aquella época. Eran amigos de mi papá, el Zurdo y el Pájaro, los llamábamos”.

Un día, un operador dijo que necesita un técnico, que ya conocía porque armábamos cajas para él y empecé a ayudarlo manejando una consola Fender, en 1987. Después manejé una consola Peavey. Ésas fueron mis primeras consolas de trabajo. Después pasé a una Soundcraft, una Allen & Heath, y así fui aprendiendo más sobre consolas. Siempre me encantó el audio. Luego, empecé a estudiar Ingeniería Electrónica pero dejé unos meses después, porque era una carrera que en realidad yo no quería. Yo quería ser ingeniero en audio pero en aquella época primero tenías que hacer una carrera de ingeniería electrónica y después unos posgrados para enfocarte más en el audio y no me interesaba tanto hacer eso. Preferí dedicarme más de lleno a arreglar parlantes, potencias y estudiar sobre audio”.

No sólo la práctica le brindó conocimiento sino también diferentes eventos educativos en los que participó. “Fui a Buenos Aires a muchas charlas, a estudiar con muchos profesionales cuando, por ejemplo, AES hacía sus eventos. Siempre que podía, viajaba desde Villa María a Buenos Aires para participar de todos los encuentros posibles y con eso aprendí bastante. Los eventos siempre contaban con profesionales e información de alto nivel. Eso me ayudó mucho”.

Cerca de 1989, Luis, además de dedicarse al audio, tocaba la batería con el artista Pocho la Pantera. «Hacía sonido y tocaba la batería. Tenía una banda también. Me gustaba mucho tocar la batería. ¡Todavía hoy, me prendo a tocar con alguien si se da! Pero con el tiempo la dejé de lado, para enfocarme solamente en el audio”.

Así dio otro salto en su carrera, pasando a trabajar en una empresa de servicios de audio de Villa María. «Esta empresa trabajaba mucho en el interior. Mi primer trabajo a nivel profesional alto, digamos, fue con León Gieco en el año 1988. Ahí arranqué y trabajé con muchos artistas conocidos, operando monitores. En aquella época había un solo operador que viajaba con las bandas, que era el operador de PA, y entonces yo los asistía, haciendo monitores. Después trabajé con nombres como Patricia Sosa, Axel, Mr. Mosh (una banda de Villa María), el Carpo, Botafogo, Julia Zenco, y muchos otros. ¡Hasta estuve de gira con Jairo!”.

Cerca de 1989, Luis, además de dedicarse al audio, tocaba la batería con el artista Pocho la Pantera. «Hacía sonido y tocaba la batería. Tenía una banda también. Me gustaba mucho tocar la batería. ¡Todavía hoy, me prendo a tocar con alguien si se da! Pero con el tiempo la dejé de lado, para enfocarme solamente en el audio”.

Así dio otro salto en su carrera, pasando a trabajar en una empresa de servicios de audio de Villa María. «Esta empresa trabajaba mucho en el interior. Mi primer trabajo a nivel profesional alto, digamos, fue con León Gieco en el año 1988. Ahí arranqué y trabajé con muchos artistas conocidos, operando monitores. En aquella época había un solo operador que viajaba con las bandas, que era el operador de PA, y entonces yo los asistía, haciendo monitores. Después trabajé con nombres como Patricia Sosa, Axel, Mr. Mosh (una banda de Villa María), el Carpo, Botafogo, Julia Zenco, y muchos otros. ¡Hasta estuve de gira con Jairo!”.

Con Abel Pintos

Desde hace 15 años, Luis trabaja con Abel Pintos. Los primeros siete años fueron operando monitores y luego pasó a ser operador de PA. “Trabajo con él todo el tiempo, pero también trabajo con otras bandas cuando me llaman y estoy disponible. Me gusta lo que hago y salir de gira me encanta”.

En 2011, Luis escuchó sobre una presentación de mesas DiGiCo y viajó una vez más a Buenos Aires para participar. “Me acuerdo que estaba a cargo de Toro Martínez. Justo Abel me había dicho que quería comprar una mesa y me preguntó si podía recomendar alguna. Recién había salido la SD11. Averigüé un poco con la gente de EQUAPHON, pregunté cómo era la mesa porque yo necesitaba un modelo de 48 canales. Originalmente tenía 32 faders que se podían manejar en la mesa. La compramos y salimos de gira. Gabriel Szkhura (de EQUAPHON) me explicó todos los recursos de la mesa, muchas cosas buenísimas. ¡Aprendí a usarla en dos horas y nos fuimos de gira! La mesa es muy intuitiva. Imagínate que Gabriel me enseñó a usarla, la configuré y salimos de inmediato. A medida que iba trabajando con ella durante la gira, iba descubriendo más cosas. Si había algo que no tenía muy claro, siempre conté con el apoyo técnico de Gabriel para explicarme”.

Lo que más me gusta de la SD11

Luis destaca los compresores y las compuertas que la mesa tiene. “No corregís nada y funciona increíblemente bien. Tiene un audio muy bueno. Los ecualizadores son hermosos, realmente buenísimos. Tiene compresores multibandas. Eso es muy bueno, son increíbles. Los uso mucho. Uso compresión en paralelo para la voz de Abel. La verdad, tuve la suerte de usar muchos modelos DiGiCo, por lo menos los que están disponibles en Argentina, y todos son excelentes. Son mesas que suenan muy bien, son muy prácticas. Las mesas DiGiCo me han solucionado muchas cosas a nivel audio”, describió Luis.

“Como anécdota, una cosa que sucedió hace muchos años, ni bien la habíamos comprado, fue que fuimos a trabajar en un lugar, en el norte de Argentina, donde había una variación de tensión terrible. En un momento dado, la mesa se clavó. No respondia ningún comando. La mesa tenía un botoncito atrás de reset, que hace que la superficie justamente se resetee sin cortar el audio, y eso está muy bueno. Fue lo único que me pasó en los 10 años que tenemos la mesa. La consola está impecable. Le hacemos mantenimiento constantemente para garantizar que continue funcionando muy bien”.

SD11 + SD9 en uso continuo

El viernes 20 de mayo de este año, Abel Pintos comenzó su serie de 31 conciertos en el Teatro Ópera, además de sus presentaciones en otras ciudades como parte de la gira 2022, muy bien acompañado por sus consolas DiGiCo SD11 en FOH y SD9 en monitores.

Como Luis contó, el artista adquirió esas mesas para su propio stock de equipamiento hace varios años y las está usando desde entonces en las actuaciones que realiza.

Durante uno de los shows, Luis nos dijo: “¡Estoy aquí con mi SD11 amada en el FOH! Feliz porque es una mesa poderosa, realmente tiene un audio increíble y nunca me ha fallado. Para que tengan una idea, la venimos usando hace 10 años y solamente le hemos cambiado los potenciómetros. ¡Está impecable!”

Abel Pintos adquirió la SD11 en el año 2012 y la ha usado en monitores hasta 2017. Ese año compró una SD9, que comenzaron a usar para monitoreo, pasando la SD11 a FOH, “por su tamaño compacto, por ser práctica y por su audio increíble”, agrega Luis.

“La teníamos solamente con SDI. Después la actualizamos y pasamos a SDI Core para que la mesa tenga ahora 80 canales. Entonces, para eso tenemos dos racks. Un D-Rack que fue el primero y luego un D2-Rack. Con una BlueBox conectamos los dos racks y conectamos las dos mesas mediante Cat5 y BNC para tener así 80 canales disponibles para trabajar”. “Como las consolas son nuestras, siempre las llevamos a los ensayos y adelantamos la programación. De ese modo, cuando llegamos al lugar del show, como cada espacio es diferente, simplemente corregimos cosas mínimas y estamos listos para comenzar”, finalizó.

agradecimientos EQUAPHON