En el apogeo del verano, Duisburg no sólo brilló por su industria sino también por convertirse en el corazón del piragüismo a nivel mundial. Este agosto, la ciudad alemana acogió el Campeonato Mundial de Canoa 2023, un evento que no sólo puso a prueba la destreza y el espíritu de más de 2000 atletas de 91 países, sino que también se erigió como un preludio a la magnitud de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París del próximo año. El legendario circuito de regatas de Duisburg, que durante casi un siglo ha sido testigo de hazañas deportivas y ha servido de bastión para el equipo nacional alemán en su camino a la gloria olímpica, se engalanó para recibir a 42 campeones mundiales en las disciplinas de sprint y para-canoa.
Pero no solo el espíritu competitivo elevó este campeonato a la categoría de espectáculo mundial. La infraestructura desplegada para los espectadores transformó las gradas y alrededores en un auténtico estadio al aire libre, capaz de albergar hasta 8000 almas en vilo por la emoción del deporte. Y aquí, en este punto de encuentro entre la técnica y la pasión, brilla con luz propia el trabajo de Lichtschall GmbH y su representante, Bernd Schröder, que no solo proveyeron la tecnología de audio sino que diseñaron una experiencia sonora que elevó el evento a la categoría de sinfonía deportiva.
Lichtschall GmbH, con la precisión y la maestría que caracteriza a los grandes artesanos del sonido, desplegó un arsenal de tecnología de RCF, una marca sinónimo de innovación y calidad. Los arrays en línea y los subwoofers, piezas clave en la ingeniería acústica contemporánea, se dispusieron con estratégica pericia en la zona de meta. Con el objetivo claro de lograr una claridad de habla impecable para los anuncios del estadio y una musicalidad que inyectara energía a las gradas, los equipos de RCF demostraron su valía. Los sistemas de sonido se convirtieron en el latido rítmico que acompasaba cada palada y cada aliento de los competidores.
Bernd Schröder, director de Lichtschall GmbH, habló con orgullo del compromiso de su empresa con los productos de RCF, una relación forjada a través de años de experiencia y confianza. «Nuestro enfoque primordial fue la claridad acústica; queríamos que cada palabra resonara con precisión cristalina en los oídos de cada espectador, que la música no solo fuera escuchada sino sentida. Pero con la misma importancia, buscamos preservar la concentración de los atletas, minimizando cualquier distracción auditiva en el curso,» explicó Schröder.
Lichtschall GmbH instaló parejas de 3x HDL 26-A con subwoofers SUB 9004-AS a lo largo de 150 metros de la ribera, creando un corredor sonoro que se extendía hacia las gradas. Ocho posiciones de refuerzo sonoro, cada una con la firma de RCF, orquestaron el ambiente. La tecnología RDNet, exclusiva de RCF, jugó un papel crucial, proporcionando un control detallado de cada parámetro del sistema, asegurando así que la experiencia acústica fuera tan impecable como los movimientos de los atletas en el agua.
