Tras triunfar en Londres y Nueva York, la obra “Privacidad”, inspirada en el caso de Edward Snowden, llegó en octubre al teatro Marquina de Madrid de la mano de la compañía LetsGo y dirigida por Esteve Ferrer.

El espectáculo, protagonizado por Adrián Lastra con un elenco formado por Chema del Barco, Canco Rodríguez, Juan Antonio Lumbreras, Rocío Calvo y Candela Serrat, lleva al escenario un tema de máxima actualidad: la digitalización de la sociedad, el poder de la tecnología y el temor al ciberespionaje gubernamental.

A pesar de que el teatro Marquina posee su propio equipamiento de audio, esta vez el diseñador de sonido Poti Martin, optó por la instalación de sistemas específicos Meyer Sound para esta obra. En concreto, en el escenario el sistema de PA principal está compuesto cajas Meyer Sound ULTRA X-40, dos por lado y una en el centro. Como delays bajo balcón se utilizan cajas UP-4slim y bajo el escenario hay instalados dos subgraves 900-LFC. En cuanto a sistema surround, se utilizan un total de 16 cajas MM-4XP repartidas en los laterales y la parte trasera, además de otras UP-4slim como sistema cenital para conseguir un sistema de sonido envolvente de 360º gobernado por el software Spacemap Go de Meyer Sound.

“Todos los equipos —explica Poti Martin— están controlados por procesadores Galileo Galaxy, un 816 y dos 408. Usamos Spacemap Go y todo va conectado mediante AVB. Se dispara a través de la tarjeta AVB desde el ordenador y para meterlo en la consola de mezclas, que es una DiGiCo S21, utilizamos un conversor de AVB a MADI de RME”.

“Privacidad” mezcla diferentes géneros como la tragedia, la parodia o el cabaré y, desde su concepción, trata de sumergir totalmente a los espectadores en el desarrollo argumental incitándoles a participar activamente. Poti nos cuenta que “hay un montón de efectos que están mezclados en 7.1, todo el sonido de la obra tiene un concepto de espacialidad bastante amplio. El argumento va sobre tecnología, el uso de datos de los usuarios de Internet y se le quiso dar ese carácter inmersivo al sonido que creo que es bastante acertado. El público interactúa con sus propios móviles y, además de lo que ocurre sobre el escenario, hay dos pantallas de vídeo en los laterales en las que ocurren cosas, es decir, los sonidos no siempre vienen del escenario, sino que pueden provenir de toda la sala. Hay bastante interacción entre el audio y el vídeo, pero sin abusar demasiado de ello, yo creo que hemos llegado a un resultado bastante efectista”.

Respecto a las peculiaridades de utilizar este tipo de diseños de sonido envolvente Poti nos aclara que “ahora mismo es algo muy demandado por parte de las productoras y del público, que el sonido tenga un poco más de protagonismo y que contribuya a la experiencia que vive el público. Hemos pasado de obtener resultados hiperrealistas a dar una producción de audio un poco más sofisticada, de manera que el espectador tenga un poco más de valor añadido. En realidad, esto se lleva haciendo mucho tiempo en teatro, no es algo tan novedoso, lo que ocurre es que plataformas como Spacemap Go lo hacen muy accesible. Este tipo de diseños, que reparten altavoces por la sala no es algo que yo haya empezado a hacer ahora. Lo que ocurre es que antes entrañaban más dificultad y esfuerzo. Con soluciones como Spacemap Go puedes hacer el movimiento de los objetos y el posicionamiento de una manera más accesible y rápida, algo que al final es importantísimo. Se consigue un gran ahorro en tiempo y costes”.

A pesar de ser la primera producción en la que trabaja con Spacemap Go, Poti ya conocía el software y había estado experimentando en profundidad con él con anterioridad. Además, para esta obra se usaron para los ensayos los espacios de platós de Fluge Audiovisuales. Poti comenta que “he podido trabajar mucho con Spacemap Go previamente y la verdad es que es un soporte que me encanta. Realmente merece la pena explorar las posibilidades que ofrece. Es algo que ahora mismo está en una fase dulce de desarrollo. Se puede utilizar no solo para teatro, sino en otros tipos de espectáculos, exposiciones… es decir, ofrece un abanico enorme de posibilidades”.