Martin Audio O-Line Transforma el Sonido en Iglesia Histórica de Carolina del Norte

La Iglesia Metodista Unida de la Calle Edenton, con más de dos siglos de historia en Raleigh, Carolina del Norte, destaca por sus impresionantes vitrales, un candelabro característico y un órgano de tubos de renombre. A estas piezas patrimoniales se suma ahora el sistema de sonido Martin Audio O-Line, un arreglo de altavoces lineales micro optimizados, diseñado específicamente para espacios de culto. Esta instalación se ha realizado de forma que armoniza perfectamente con las paredes de arenisca de 27 pulgadas del templo, manteniendo la estética tradicional mientras se moderniza su sistema de sonido.

Este sistema fue instalado por RMB Audio, una empresa local especializada en producción que se encargó de reemplazar el antiguo sistema de sonido de la iglesia, que había estado en uso durante setenta años. La nueva configuración incluye dos conjuntos de 16 módulos O-Line cada uno.

El sistema anterior, que había sido integrado en el candelabro tras un incendio en 1957, fue meticulosamente desmontado por RMB Audio. Según Cooper Cannady, fundador de RMB, se hizo evidente la necesidad de un sistema con mayor nivel de presión sonora y mejor articulación del habla. Aunque el software de predicción DISPLAY de Martin Audio inicialmente recomendaba 12 altavoces, Cannady optó por aumentar esta cifra a 16. Esto permitió mejorar la cobertura tanto en el suelo como en el balcón y minimizar los reflejos sonoros no deseados.

«La respuesta de frecuencia del O-Line [85Hz-18KHz] en un espacio tan amplio reduce la resonancia de baja frecuencia de manera efectiva», explica Cannady. Además, la configuración de los altavoces asegura una transmisión de sonido sin interrupciones cerca de los púlpitos, incluso cuando estos se encuentran delante de las columnas de altavoces. Esta característica es crucial para mantener la claridad del habla durante los servicios, permitiendo que los celebrantes utilicen micrófonos de solapa o de cabeza sin problemas de retroalimentación.

La instalación también presentó retos técnicos, como la fijación de soportes en las paredes de arenisca, lo que requirió la intervención de canteros expertos para asegurar un anclaje preciso sin dañar el material histórico. La gestión de los cables fue particularmente compleja, especialmente alrededor del órgano de tubos, con tramos de hasta 500 pies que necesitaban ser cuidadosamente planificados y ejecutados.

Dave Clemmer, encargado del audio de la iglesia y colaborador de RMB Audio, subraya la importancia de la precisión en el trabajo: «Medimos cuatro veces antes de perforar una sola vez». La familiaridad previa del equipo técnico de RMB con la iglesia, adquirida a través de colaboraciones anteriores en eventos que requerían sistemas de sonido adicionales, fue un factor clave en el éxito del proyecto.

Después de más de un año de mediciones acústicas y preparativos, la instalación ha proporcionado una mejora significativa en la experiencia auditiva para una congregación que llega a los 1.200 fieles cada domingo. Además, se está preparando una nueva configuración de monitores para el coro, que ha tenido dificultades para seguir su propio sonido con el sistema anterior.

Reflexionando sobre un proyecto que respeta profundamente el patrimonio del edificio, Cooper Cannady destaca la adaptabilidad del O-Line: «Prácticamente no necesitamos ajustes, a pesar de la complejidad acústica del espacio. Para edificios grandes y resonantes como este, no hay mejor opción que el O-Line.»

Dave Clemmer resume su experiencia: «Hasta la fecha, este es el proyecto de instalación de audio más significativo en el que he trabajado. Es una instalación increíble que ofrece una calidad sonora excepcional, gracias al sistema Martin Audio O-Line».