En el histórico anfiteatro de Pompeya, donde Pink Floyd escribió una página legendaria de la música, Bryan Adams ofreció un concierto tan desnudo como honesto: sin banda, sin efectos, sin monitores in-ear. Solo su voz, su guitarra acústica, un piano de cola y las milenarias paredes de piedra. En este escenario único, la pureza del sonido cobró protagonismo, y los micrófonos Neumann se convirtieron en la piedra angular del proyecto sonoro, bajo la dirección del ingeniero Stefan Holtz.
Todo empieza en la fuente
Con una filosofía clara —“todo empieza en la fuente”—, Holtz afrontó el reto de mezclar a Bryan Adams en directo utilizando una consola digital alquilada localmente y un equipo mínimo. Sin racks analógicos ni procesamiento externo, su enfoque se centró en capturar la autenticidad.
“La gente quiere sentir que Bryan está delante de ellos, sin micrófono. En cuanto escuchan la intervención de un ingeniero, la magia desaparece”, explica Holtz, quien trabaja con el artista desde 2023 en la gira Bare Bones y en los conciertos de la banda completa. “La tecnología debe desaparecer; solo debe quedar la emoción”.
El arte de la reducción
Lejos de ser una gira convencional, Bare Bones consiste en un reducido número de conciertos íntimos —solo cinco o seis en 2025— en lugares tan singulares como Roma, las Islas Feroe, Islandia, Escocia y, finalmente, Pompeya. El concepto busca mostrar a Bryan Adams en su forma más pura: voz y guitarra, a veces acompañadas por un piano.
“Así es como escribe sus canciones”, comenta Holtz. “Quiere compartir ese momento crudo y creativo con el público”.
El equipo de producción apenas transporta los micrófonos y dos guitarras, confiando el resto del material a proveedores locales. “Si la fuente es buena, cualquier mesa funcionará”, afirma. Y esa fuente, en el caso de Adams, lleva décadas sonando con Neumann.


Una voz, un micrófono
La relación de Bryan Adams con Neumann.Berlin se remonta a sus primeras grabaciones: usó un M 49 en estudio hasta 1993 y después un U 87. En directo comenzó con el KMS 140, pasando luego a un KMS 104 personalizado.
En 2025, la evolución llegó con el KMS 104 Plus, elegido por el artista tras probarlo en la gira.
“El filtro antipop es más eficaz, los chasquidos se reducen y su carácter se adapta perfectamente a la voz de Bryan”, afirma Holtz. “Se ha convertido en su instrumento. Sabe cómo moverse frente a su patrón cardioide con total naturalidad”.
Para mantener la cercanía con el público, Adams utiliza cuñas de monitorización clásicas en lugar de sistemas in-ear, una elección que potencia la conexión emocional pero exige precisión técnica. El KMS 104 Plus, con su respuesta cardioide y su excelente control de realimentación, ofrece la estabilidad necesaria incluso en espacios acústicamente exigentes como Pompeya.
MCM 114: precisión y modularidad
El piano de cola se captó mediante cuatro micrófonos Neumann MCM 114: un par ORTF cerca de los martillos para realzar la articulación y el brillo, y otros dos sobre la caja de resonancia para capturar cuerpo y calidez.
Holtz destaca tanto su sonido natural como su diseño modular:
“Con MCM eres realmente rápido. Su construcción de cuatro piezas intercambiables es brillante: si un soporte se moja o un cable falla, lo sustituyo sin cambiar el micrófono”.
Los soportes magnéticos facilitaron la colocación en el piano, y su versatilidad ha convencido al ingeniero: “Con Die Ärzte utilizo nueve MCM en la batería. Funcionan con todo: trombón, tuba, guitarra acústica o acordeón. Siempre suenan naturales”.
La guitarra acústica de Adams se grabó con un Neumann KM 185, cuyo patrón hipercardioide rechaza eficazmente el sonido de las cuñas, equilibrando la inmediatez con el detalle natural gracias a la combinación con la pastilla integrada.
Capturando la atmósfera de Pompeya
“Tocar en Pompeya y no grabarlo debería ser ilegal”, bromeó Holtz antes del concierto. El show fue registrado con la misma atención al detalle que la mezcla en directo. Para los sonidos ambientales se usaron pares de micrófonos KMR 81 y KM 185, dispuestos a ambos lados del escenario, buscando una reproducción neutra y realista.
Además, un Neumann KU 100, cabeza binaural situada frente al escenario, capturó la experiencia auditiva del público. Este sistema se utiliza también en los conciertos de gran formato de Adams para enriquecer las mezclas de monitorización, permitiendo al artista revivir el concierto “desde el asiento del espectador”.
De la sala al estudio: coherencia Neumann
El compromiso de Stefan Holtz con la tecnología Neumann se extiende incluso a la monitorización. En los tres conciertos de 2024 en el Royal Albert Hall utilizó un sistema completo de altavoces Neumann KH, combinando monitores KH 420 con subgraves KH 870.
“No alcanza la presión sonora de una PA, pero traduce el directo con una resolución increíble”, explica. “Te acerca mucho a la sensación del escenario real”.
Confianza total en la fuente
Para Holtz, la clave del éxito reside en la consistencia de Neumann en cada punto crítico de la cadena de señal:
“Puedo relajarme porque confío en mis fuentes. No importa qué consola haya o cómo esté configurado el sistema de PA: las variables externas cambian, pero la calidad de mis micrófonos permanece”.
El resultado fue un concierto inolvidable en un entorno inigualable, donde tecnología y emoción se fundieron para revelar el alma de la música.
“Si quieres que sea excelente, hazlo con Neumann”, concluye Stefan Holtz. “En Pompeya, lo haríamos exactamente igual otra vez”.