La monitorización personalizada y clara en el entorno teatral representa uno de los mayores desafíos técnicos para los diseñadores de sonido. En obras como Sweeney Todd, con una partitura orquestal densa y múltiples líneas vocales en paralelo, la comprensión auditiva de los músicos es crucial. Para el diseñador sonoro Joerg Gruensfelder, la solución ha sido KLANG: una plataforma inmersiva cuya interfaz intuitiva ha transformado su enfoque de trabajo, facilitando la comunicación con directores musicales, artistas y técnicos sin comprometer la calidad técnica ni frenar el proceso creativo.
Contexto técnico: ópera y complejidad escénica
Sweeney Todd, parte de la temporada 2024/25 de la Ópera de Dortmund, implica un entorno escénico altamente exigente. El sistema de sonido se basa en una consola DiGiCo SD7T, gestionando más de 190 micrófonos distribuidos entre músicos y elenco. La elección de KLANG:konductor y KLANG:kontroller como núcleo del sistema de monitoreo responde a la necesidad de ofrecer mezclas inmersivas de alta calidad, comprensibles al instante por el equipo artístico y completamente configurables por el equipo técnico.
Interfaz intuitiva: ventaja clave de KLANG
Uno de los principales obstáculos en montajes teatrales es explicar tecnologías complejas a personas que no están orientadas técnicamente. KLANG elimina esa barrera gracias a su diseño de interfaz visual y comprensible. Como relata Gruensfelder, cuando un director musical se coloca los auriculares, comprende inmediatamente el entorno sonoro, sin necesidad de largas explicaciones ni formación técnica. Esto ha reducido drásticamente el tiempo de familiarización y ha mejorado la colaboración entre áreas.
Ventajas operativas para músicos y creativos
KLANG permite a los músicos controlar sus propias mezclas con total libertad, en un entorno espacial tridimensional que facilita la comprensión de cada instrumento y voz. Este diseño favorece una distribución natural del sonido, alineada con la percepción auditiva real, lo que genera beneficios significativos:
- Reducción de fatiga auditiva: al evitar acumulaciones de sonido y permitir una separación espacial efectiva, los niveles de volumen se mantienen estables durante toda la representación.
- Mejor inteligibilidad: los músicos identifican claramente su referencia en la mezcla sin necesidad de aumentar el volumen general.
- Conservación de la dinámica interpretativa: al reducir la necesidad de compensaciones de volumen, se preserva la expresividad.
KLANG:konductor como núcleo de sistema
El sistema de monitorización implementado en Sweeney Todd se basa en un KLANG:konductor, capaz de generar hasta 16 mezclas inmersivas simultáneas. Esta capacidad cubre sobradamente las necesidades de una orquesta completa. Además, la integración directa con la consola DiGiCo SD7T permite enrutar señales específicas (como una flauta o sección instrumental concreta) de forma individualizada, adaptando cada mezcla a las preferencias de cada músico.
Esta integración fluida entre consola y plataforma de monitoreo permite una operativa extremadamente eficiente. Cada músico recibe una mezcla espacial personalizada sin latencias ni interrupciones perceptibles.
Portabilidad y adaptabilidad: una solución transversal
La experiencia de Gruensfelder no se limita al teatro u ópera. Su trabajo abarca estudios de grabación, televisión y formación, y en todos estos contextos ha implementado soluciones basadas en KLANG. La estabilidad del sistema y su capacidad de adaptación a diferentes entornos de red y producción lo convierten en una herramienta versátil para cualquier formato de audio profesional.
Este enfoque transversal ha permitido llevar un estándar técnico de alta precisión a entornos donde tradicionalmente se priorizaba la simplicidad operativa por encima de la fidelidad. Gracias a KLANG, ahora es posible mantener ambos aspectos sin concesiones.
Herramientas de programación y soporte remoto
Otro aspecto clave valorado por Gruensfelder es la posibilidad de programar completamente las sesiones mediante el editor offline de KLANG. Esta funcionalidad le permite configurar toda la arquitectura de mezcla desde su estudio personal, exportarla en un USB e integrarla directamente en la consola del teatro. Este flujo de trabajo reduce el tiempo de implementación en sala y permite mayor dedicación al ajuste fino.
Además, gracias a funcionalidades de acceso remoto, puede supervisar o solucionar incidencias técnicas sin necesidad de estar presente físicamente en el recinto. Esta capacidad de soporte a distancia es vital cuando se trabaja con múltiples producciones en paralelo.
Impacto sobre el flujo creativo
Uno de los principales beneficios percibidos por Gruensfelder es la libertad creativa que aporta KLANG. Al eliminar la complejidad técnica del proceso de monitoreo, los músicos pueden concentrarse únicamente en su interpretación. Esta desconexión entre el equipo técnico y el proceso artístico favorece un entorno más colaborativo y espontáneo, donde la tecnología deja de ser una barrera para convertirse en aliada.
Como pianista de formación, Gruensfelder entiende la importancia de crear entornos sonoros que respeten la musicalidad. Según su experiencia, KLANG es la primera solución que permite a los músicos «encontrar su propio camino» dentro del espacio sonoro, sin imposiciones técnicas ni rigideces estructurales.
Conclusiones
La experiencia de Joerg Gruensfelder en Sweeney Todd demuestra que una solución como KLANG puede marcar la diferencia en entornos escénicos altamente exigentes. Su capacidad para generar mezclas inmersivas claras, intuitivas y personalizadas permite mejorar significativamente el rendimiento de los músicos, reducir la fatiga auditiva y fomentar una colaboración más fluida entre el equipo técnico y creativo.
Gracias a su interfaz visual, su integración total con consolas DiGiCo, la posibilidad de programación offline y acceso remoto, KLANG se posiciona como una herramienta esencial para cualquier entorno de monitorización de alta exigencia. En palabras del propio Gruensfelder, «si usas las mejores herramientas, las ideas fluyen mejor». Y en el caso del teatro y la ópera, donde cada matiz cuenta, contar con KLANG es, sin duda, una decisión técnica y artística acertada.