En pleno corazón del centro urbano de Dubái, y con el Burj Khalifa como telón de fondo, INFiLED ha transformado el paseo del Dubai Fountain Boardwalk en una instalación audiovisual sin precedentes. Lo que inicialmente se concibió como una solución temporal para cubrir las obras de renovación de la fuente, ha terminado convirtiéndose en la pantalla LED más larga del mundo, con 440 metros de longitud y tres metros de altura.
Este proyecto fue desarrollado junto a la integradora local Blue Rhine Industries por encargo de Emaar, con el objetivo de mantener la identidad visual del lugar durante los seis meses de trabajos. El sistema fue diseñado, fabricado e instalado en menos de 60 días, marcando un nuevo hito en el sector AV de gran formato.
Una instalación monumental con tecnología MV Series
La pantalla está formada por más de 1.254 metros cuadrados de paneles LED INFiLED MV Series con paso de píxel de 3,9 mm, lo que supone más de 80 millones de píxeles activos. Esta línea de paneles, ampliamente utilizada en el Golfo en los últimos años, ha sido diseñada específicamente para las condiciones extremas del clima de Oriente Medio: cuenta con certificación IP65, es fanless y está optimizada para un consumo reducido en ambientes de altas temperaturas y humedad.
Para esta aplicación, INFiLED suministró la segunda generación de la serie MV, que elimina la necesidad de refrigeración activa y reduce notablemente el consumo energético durante toda la vida útil del sistema. Más de 1.000 m² de paneles fueron fabricados en Shenzhen y enviados por lotes directamente a Dubái, permitiendo que los equipos de instalación avanzaran sin interrupciones.
Ingeniería estructural de alta precisión
La curvatura del diseño —con secciones cóncavas y convexas— exigió una ejecución milimétrica. Para asegurar una alineación perfecta, Blue Rhine Industries fabricó e instaló 494 bloques de cimentación de hormigón, personalizados y con un peso de dos toneladas cada uno, colocados mediante plantillas de cartón con una tolerancia de apenas un centímetro. Estos bloques sirvieron como base para la estructura metálica sobre la que se montaron los paneles.
La instalación, totalmente autoportante, fue concebida como modular y no invasiva, permitiendo su desmontaje completo una vez concluida la renovación. Cada componente —desde los cables hasta las estructuras de rack— fue diseñado para facilitar una instalación rápida y completamente reversible.
Distribución de contenido y sincronización a gran escala
La reproducción de contenidos se gestiona mediante un sistema de control distribuido por fibra óptica, sincronizado con hardware Novastar y sistemas CMS de SpinetiX. El sistema de reproducción incluye players Intel NUC 13 Pro, procesadores Novastar H15, convertidores CVT10-S y generadores de sincronía AJA GEN10, garantizando una reproducción sincronizada sin interrupciones en toda la pantalla.
El contenido, suministrado por una agencia externa, es dinámico y evolutivo, y se irá actualizando a lo largo del proyecto. Cuatro generadores eléctricos in situ suministran la energía necesaria para alimentar toda la instalación.
Un reto logístico resuelto en tiempo récord
Desde la adjudicación del contrato hasta la entrega del proyecto finalizado, Blue Rhine Industries tuvo solo 60 días, de los cuales la mitad se dedicaron a trabajo en sitio. Ocho equipos trabajaron en turnos continuos para cumplir con el calendario, sorteando desafíos logísticos y climatológicos, como las altas temperaturas del verano dubaití.
“Sabíamos que no había margen de error”, explica John Joseph, director de Blue Rhine Industries. “Cada bloque, cada panel, cada conexión tenía que estar exactamente donde debía estar. Fue como montar un puzle gigante, en plena noche, con un reloj corriendo.”
Tecnología reutilizable y compromiso con la sostenibilidad
Aunque se trata de una instalación temporal, los paneles MV Series utilizados están destinados a ser reubicados en otras propiedades de Emaar tras la reapertura del paseo, extendiendo su vida útil y demostrando la versatilidad de la tecnología de INFiLED.
Samer Otaibi, vicepresidente de ventas de INFiLED para Oriente Medio, resume el impacto del proyecto: “Estamos orgullosos de haber formado parte de esta instalación única. No solo es la pantalla más larga de la región, sino que también representa un ejemplo claro de lo que la señalización digital puede aportar a la narrativa visual de una ciudad.”