Conmemoración del centenario del incendio del Goetheanum mediante una emotiva vigilia y un sofisticado espectáculo de luces
Exactamente 100 años después del devastador incendio que consumió el edificio original del Goetheanum en 1922, la Sociedad Antroposófica conmemoró la trágica noche con un evento de gran envergadura que incluyó diversas actividades y un impresionante espectáculo de iluminación. El Goetheanum, sede de la Sociedad Antroposófica General y la Escuela de Ciencia Espiritual, honró su rica historia y el legado de Johann Wolfgang von Goethe con una serie de conferencias académicas, exposiciones artísticas, un concierto de Año Nuevo y una emotiva vigilia.
Para garantizar un diseño de iluminación acorde con la solemnidad del evento, se encomendó a Ilmarin Fradley, experto en diseño lumínico en el Goetheanum, la responsabilidad de idear un espectáculo visualmente impactante. Fradley optó por los sofisticados focos Cameo ZENIT W300, con los cuales bañó el exterior del monumental edificio de arquitectura orgánica en una cálida luz blanca. Los 50 focos ZENIT W300 fueron proporcionados por SimCo, un prestigioso proveedor de servicios integrales alemán, cuya sede se encuentra en Efringen-Kirchen, cerca de la frontera suiza.
El equipo de Fradley, en colaboración con Klaus Suppan, otro experto en iluminación del Goetheanum, dispuso los washers LED en el suelo, frente a los muros de cimentación del edificio, proyectando un potente haz de luz de 10,000 lm sobre la fachada a través de filtros SnapMag. La elección de Cameo no fue casual, ya que el Goetheanum había invertido previamente en cabezas móviles de perfil Cameo OPUS SP5 FC en 2020, para una producción de Fausto, obra emblemática estrenada en este recinto en 1938.
Esta conmemoración, organizada con gran detalle y meticulosidad, tuvo como objetivo recordar y honrar el pasado del Goetheanum, así como iluminar y reconciliar el trágico episodio del incendio con un enfoque en la interrelación entre arquitectura, diseño del escenario y la iluminación. En palabras de Klaus Suppan, «los colores son el corazón y el alma del teatro», y en la Nochevieja de 2022, el Goetheanum logró que el desolador mar de llamas que ocurrió hace un siglo resplandeciera con una nueva luz reconciliadora, simbolizando la fortaleza y la resiliencia de esta institución icónica.