Ben Jarrett ilumina a Coheed and Cambria ayudándole en la narrativa de sus historias
con CHAUVET Professional.

Se dice que todo escritor trabaja en respuesta a esa antigua petición: cuéntanos una historia. Claudio Sánchez, por su parte, lleva respondiendo a esta llamada desde 2004, cuando publicó la primera entrega de Las guerras de Amory, una fascinante saga en curso que tiene lugar en «El cerco del cielo», un conjunto de 78 planetas y siete estrellas, unidos por haces de energía entrelazados.

Como líder de la galardonada banda prog, Coheed and Cambria, Sánchez no cuenta su historia sólo con las palabras y los gráficos de sus cómics y novelas, sino que también la narra con música. Todos menos uno de los diez álbumes de estudio del grupo se han centrado en Las Guerras Amory, incluido su actual Vaxis II: A Window of the Waking Mind.

Ayudando a que esta fantástica historia se desarrolle en el escenario durante una gira nacional por EE.UU, junto a sus ya conocidos potentes directos y añadiendo profundidad ademas de infinidad de emociones provocadas por el color, hay un evocador diseño de iluminación de Ben Jarrett que cuenta con luminarias CHAUVET Professional proporcionadas por Squeek Lights.

«Este ha sido un proyecto especialmente gratificante, porque está muy ligado a la narración de una gran historia», dijo Jarrett. «Las 15 canciones del concierto, más los dos bises, están relacionadas con la narración. Cada una de ellas es muy diferente de las demás, así que tuve que crear un montón de looks variados. Antes de empezar a programar, doy a cada canción una paleta diferente, con cuidado de no abusar de un solo color».

Gran parte de esos colores proceden de las ocho luminarias Rogue R1 FX-B dispuestas en grupos de cuatro a cada lado de la tarima de la batería. Jarrett confía en las luminarias lineales móviles RGBW para hacer algo más que proporcionarse a sí mismo un arco iris de opciones, también las utiliza para crear formas en el escenario que apoyen la narrativa de la banda.

Aprovechando la rotación infinita de los cinco cabezales móviles controlados individualmente, Jarrett teje una intrincada variedad de patrones sobre el centro del escenario. La configuración, que cambia de color en función de la canción, recuerda al ojo de una cerradura, una metáfora apropiada, ya que el logotipo de la banda (y la energía que mantiene los cuerpos celestes de Heaven’s Fence en su sitio) se llama «Keywork»

La combinación de patrones de luz de las luminarias Rogue R1 FX-B añade un aire de misterio al escenario, especialmente cuando Jarrett cubre la mayor parte del área en la oscuridad. Durante estos momentos, diferentes miembros de la banda parecen asomarse a través de los haces de luz.

También se asoma a través de la pantalla de luz un fondo artístico en el que aparecen Vaxis y sus padres Nea y Nostrand, personajes de Vaxis II A Window of the Waking Mind. El efecto de estas imágenes artísticas frente a las capas de luz superpuestas crea un aire inquietante y redoliente propio de una saga críptica.

«Dado que la música gira en torno a la historia, quise mantenerla como punto central en el escenario, con las imágenes de los personajes», dijo Jarrett. «Me aseguré de dedicar parte del equipo para iluminarla desde arriba y luminarias desde el suelo para crear el entorno perfecto».

A lo largo del proceso de iluminación de la gira, Jarrett se ha visto envuelto en su narrativa, un momento que destaca para él se produjo durante la melódica canción «Afterman», es cuando los azules y verdes de sus luminarias rotativas Rogue parecen desplazarse por el público. A juego con el estado de ánimo melancólico de la canción, crea, según él, «una sensación de flotar en el espacio».

Al hacerlo, transporta al público a otro mundo, uno de imaginación infinita, que es el objetivo de todo narrador y Claudio Sanches junto a la banda lo están logrando a la perfección con la ayuda de un diseño de iluminación completamente evocador y adaptado a la banda.