El colectivo británico Scotland Yard Soundsystem ha reforzado su propuesta sonora con la integración de la plataforma X Series de Powersoft, respaldada por el software de control ArmoníaPlus. Esta decisión marca un nuevo hito en la evolución de este sistema artesanal nacido en Bristol, cuyo enfoque combina una estética clásica con un rendimiento técnico de última generación.
Fundado en 2015 por un grupo de constructores, ingenieros, músicos y artistas, Scotland Yard Soundsystem se ha consolidado como una de las propuestas más activas e innovadoras de la escena bass británica. Desde sus inicios, el sistema ha utilizado amplificadores Powersoft, comenzando con la serie K, y evolucionando hacia una infraestructura completamente impulsada por la serie X.
De la serie K a X: salto de calidad y control
El salto definitivo llegó con un evento de Nochevieja en el O2 Academy de Bristol, donde el equipo recurrió por primera vez a la serie X debido a la falta de unidades K20 disponibles. La experiencia con los amplificadores X fue determinante: “Después de oírlos en directo, supe que teníamos que hacernos con ellos. La presión constante en los subs y la calidad general nos impresionaron profundamente”, explica Jonny Bovill, miembro fundador del colectivo.
La plataforma Powersoft X Series –disponible en versiones X4 (cuatro canales) y X8 (ocho canales)– integra amplificación de alta potencia, procesamiento DSP completo, ruteo y matriz, todo en una unidad ligera con conectividad Ethernet y control total a través de ArmoníaPlus.
Procesamiento optimizado con ArmoníaPlus
Gracias a ArmoníaPlus, el equipo de Scotland Yard ha desarrollado su propia biblioteca de presets para altavoces –con ajustes de EQ, delays, crossovers y limitadores– lo que les permite configurar rápidamente sistemas modulares adaptados a cada evento. El entorno gráfico del software facilita el diseño y la asignación del procesamiento con total precisión, mientras que las funciones Advanced Groups permiten realizar ajustes dinámicos en tiempo real.
La monitorización activa de parámetros como impedancia, salida y consumo energético también se ha convertido en una herramienta clave para maximizar el rendimiento sin comprometer la estabilidad: “Parte de nuestra filosofía es llevar el sistema al límite, pero siempre con control”, señala Bovill.
Configuración flexible y sonido inmersivo
El sistema incluye subgraves tipo Hog Scoop, altavoces SVQ186BPH para bajas frecuencias, medios Limmer 308, mesa Allen & Heath SQ5, sistema de alineación Smaart y, en ocasiones, preamplificadores Sage Dub para sesiones más relajadas. Esta arquitectura modular les permite escalar el sistema según el espacio, el público y el tipo de evento, desde fiestas íntimas hasta raves de más de 3.000 personas.
En un contexto como el de Bristol, donde la cultura sound system sigue en plena efervescencia, Scotland Yard Soundsystem apuesta por una experiencia inmersiva de alta fidelidad. “No se puede medir con exactitud, pero cuando estás en el punto exacto y el sonido es el adecuado, simplemente lo sabes. Siempre estoy persiguiendo ese momento”, concluye Bovill.