BlackTrax transforma el seguimiento escénico en la Passion Play de Toronto

Con más de tres décadas de trayectoria, la Passion Play de Church on the Queensway se ha consolidado como una de las producciones de Semana Santa más ambiciosas del panorama norteamericano. Este año, el equipo técnico liderado por el director técnico René Barrow y el diseñador de iluminación Chris Da Silva decidió dar un paso más en su evolución artística incorporando BlackTrax, el sistema de seguimiento en tiempo real de CAST Software, con el objetivo de superar las limitaciones de seguimiento escénico que habían marcado producciones anteriores.

Un desafío técnico persistente

A pesar del nivel profesional alcanzado por la producción a lo largo de los años, el equipo se enfrentaba a problemas recurrentes con los follow spots tradicionales: equipos pesados, limitaciones de brillo y dificultades de ubicación dentro de la arquitectura del recinto. Incluso la introducción de sistemas RoboSpot mantenía la necesidad de operadores dedicados y restringía el control creativo.

“Buscamos soluciones más inteligentes y eficientes cada año, pero esta edición trataba de una verdadera reinvención”, explica Barrow. El objetivo era claro: automatizar el seguimiento de intérpretes sin sacrificar control creativo ni fiabilidad operativa en un espectáculo en directo de gran complejidad técnica.

Integración de BlackTrax: de la demostración al escenario

Da Silva, colaborador habitual de Barrow, descubrió el potencial de BlackTrax a través de colegas del sector. Tras una demostración en las instalaciones de CAST, el equipo tuvo claro que la tecnología encajaba plenamente con las necesidades de la producción.

La integración se desarrolló junto a Joana Provido, Product Specialist de CAST, abordando uno de los puntos clave del proyecto: incorporar discretamente los beacons en el vestuario. Tras un proceso meticuloso de pruebas y calibración, el sistema quedó preparado para su uso en la función inaugural.

“Una vez en marcha, es increíblemente intuitivo”, afirma Da Silva. “Se comunica con la consola a través de los canales de datos existentes. Tras una breve curva de aprendizaje, se convierte en una herramienta natural dentro del flujo creativo”.

Impacto creativo: libertad visual y precisión automatizada

El uso de BlackTrax transformó de manera inmediata la experiencia escénica. Por primera vez, el diseñador de iluminación pudo controlar los follow spots sin operadores ni aparatos específicos, permitiendo que cualquier luminaria del rig actuara como seguidor sobre cualquier intérprete equipado con un beacon.

La producción logró efectos visuales imposibles con los sistemas anteriores. Da Silva recuerda una escena especialmente significativa:
“Seguimos a un actor corriendo por todo el escenario con el rig completo. Logramos una profundidad dramática inédita. El público veía cómo la luz acompañaba al intérprete sin entender cómo se hacía. Ese es el verdadero impacto.”

La automatización también supuso una mejora operativa: las transiciones, efectos y seguimientos se ejecutaron con precisión milimétrica, reduciendo errores y permitiendo que los técnicos se concentraran en otros aspectos del espectáculo.

Más allá de la eficacia, el sistema modificó la propia metodología de diseño. Da Silva destaca que ahora puede concebir la iluminación desde el inicio pensando en las posibilidades del tracking, y no condicionado por sus limitaciones.

Mirando al futuro

Tras el éxito obtenido, el equipo planea ampliar el uso de BlackTrax en próximas ediciones, así como en otros formatos escénicos del recinto. Con un espacio permanente y control total sobre su infraestructura, contemplan integrar más beacons, aplicar seguimiento a elementos móviles de escenografía y utilizar la tecnología para conciertos, servicios y eventos especiales.

“El sistema encaja perfectamente en cualquier producción”, señala Da Silva. “Su compatibilidad con los equipos existentes es una gran ventaja y, a medida que CAST continúe evolucionando hardware y software, el potencial será aún mayor”.

BlackTrax transforma el seguimiento escénico en la Passion Play de Toronto