90 unidades del nuevo strobe híbrido de GLP protagonizan una instalación lumínica de gran formato, diseñada por Rolf Wenzel en CANK Berlin
El emblemático festival Telekom Electronic Beats celebrado este año en Berlín ha contado con una de sus puestas en escena más impactantes hasta la fecha gracias al nuevo JDC2 IP de GLP. En esta edición, el diseñador de iluminación Rolf Wenzel desplegó 90 unidades de este strobe híbrido para transformar el espacio de CANK Berlin —una antigua tienda por departamentos de C&A en Neukölln— en una arquitectura de luz de inspiración retrofuturista.
Una instalación adaptada a un espacio limitado
Uno de los grandes retos del proyecto fue la configuración del espacio: apenas 3,05 metros de altura libre y sin posibilidades de rigging. Para superar estas limitaciones, Wenzel diseñó una estructura horizontal de gran formato —un rack de 30 metros de ancho por tres de alto— que integraba los 90 JDC2 IP en una retícula de módulos de 1×1 metro. Cada unidad estaba separada por bafles para garantizar un patrón de luz limpio y sin deslumbramientos.
La construcción, basada en niveles superpuestos y divisores verticales, fue recubierta con lámina negra de ópera para conseguir una estética precisa, con bordes definidos y sin reflexiones no deseadas. Esta estrategia no solo resolvió los condicionantes técnicos del recinto, sino que también permitió reinterpretar el espacio escénico con un lenguaje más cercano al club contemporáneo que a un escenario convencional.
Luz, vídeo y arquitectura como un solo concepto
La elección del JDC2 IP no fue casual: Wenzel buscaba una herramienta que combinara la potencia de un strobe profesional con capacidades avanzadas de control por vídeo. Gracias a la integración de los Fixture Video Protocol Servers de GLP, desarrollados específicamente para este tipo de aplicaciones, se pudieron mapear contenidos en tiempo real sobre la matriz de luminarias. Estos servidores tradujeron la señal NDI entrante al protocolo exclusivo de GLP, permitiendo asignar a cada unidad del sistema solo la porción de imagen relevante.
“El objetivo no era simplemente generar flashes o pulsos de luz, sino trabajar con transiciones sutiles, estructuras visuales delicadas y composiciones dinámicas que dotaran a la instalación de una narrativa visual propia”, explica Wenzel. El resultado: un mural lumínico vibrante y en constante evolución, sincronizado con la música y capaz de adaptarse tanto a sesiones de DJ como a actuaciones en directo.
Fiabilidad operativa en condiciones reales
Una vez puesta en marcha, la instalación funcionó con total estabilidad durante todo el evento. La operación del sistema estuvo a cargo de Martin Heining, quien programó y ejecutó los contenidos desde la mesa de iluminación, asistido por un equipo técnico que apenas tuvo que intervenir durante las jornadas del festival.
A pesar de tratarse de una aplicación poco convencional —el uso de film de ópera como difusor no es habitual en este tipo de fixtures—, el resultado superó las expectativas del diseñador. “La potencia del JDC2 IP, sumada a su capacidad de procesamiento de vídeo, respondió exactamente al planteamiento conceptual que buscábamos”, concluye Rolf Wenzel.
Con esta intervención, GLP consolida la versatilidad de su nueva generación de productos híbridos y reafirma el papel del diseño de iluminación como elemento central en la experiencia visual de los grandes eventos culturales y musicales.

